Con este libro de cuentos se inaugura la carrera de Potdevin como narrador, en él se reúnen, entre otros, sus tres primeros cuentos premiados en concursos distintos en el año 1992, catapultando una carrera que hasta entonces era inexistente. Dunlichity, Magister ludi y A través del lente, en ese orden, son sus primeras narraciones, producidas en seguidilla entre marzo y agosto de 1992.
Al terminar el tercero, y ante la insistente expectativa de muchas personas para que mostrara el resto de su producción —que no iba más allá de esos cuentos— decidió escribir algunos más hasta completar un volumen que justificara un primer libro. "Al revisarlos ahora —dice el autor en la Introducción— no dejo de tener una extraña sensación de nostalgia, cariño y a la vez, pudor por ellos; primeras criaturas. Magister ludi me sigue pareciendo un buen cuento —muchos lectores lo recuerdan con gran cariño—, al igual que Dunlichity. A través del lente inaugura, por su lado, mi larga relación con la narrativa erótica. Algunos otros han encontrado la oportunidad de nuevas ediciones en diversas antologías, como Madera Noruega y Periplo. Este último puede ser interesante por el manejo de la segunda persona y el juego ambiguo con los interlocutores del narrador, que solo se revelan al final. Me gusta también porque recrea la Cali de mi época universitaria de finales de los setenta y comienzos de los ochenta del siglo pasado. El ex libris del príncipe me parece un cuento extraño, quizá demasiado borgiano, mientras que La disección de un hombre a(r)mado se conserva en esta edición digital para respetar el contenido de la primera edición impresa que se hizo, de manera casi artesanal, por allá en 1994. La nueva morada del ángel es apenas un ejercicio, quizás una minificción, como se dice por estos días, sobre un tema que me obsesionó desde muy joven, e inspirado por supuesto, en la lectura temprana de Paradise Lost de Milton en una bella edición, recuerdo, de los Great Books de la Enciclopedia Britannica que había en la biblioteca del Colegio Bolívar de Cali donde estudié".
En estos relatos aparecen dos personajes que en varios cuentos se entrecruzan de un lado al otro e irán a dar, finalmente, a Metatrón, la primera novela del autor, con roles no menores: García Kiesseritzky (el maestro del juego) y el padre Mathias Hermann.