Cuando Farfán y sus hombres desplazan a los pobladores de Las Brisas, Frida se niega a partir. Esta joven de doce años se sabe hija de su tierra y del río que la baña, y tiene la temprana certeza de que aun si su decisión implica perderlo todo, debe permanecer ahí. Guiada por el lenguaje de las aves y acompañada del anciano Coronado, descubrirá su llamado y el sentido último del destino que eligió.
Más indestructible que la corrupción es la amistad, parece ser la premisa de esta novela que revela uno de los universos más descompuestos de la sociedad moderna: el deporte, y específicamente, el fútbol. A Yesid Llerena y Arturo Camacho, dos de los más reconocidos cronistas deportivos del país, los une, además de la pasión por el balompié, una estrecha y larga amistad. Cuando Arturo incumple una cita en un café del norte de Bogotá y desaparece, Yesid comienza a descubrir, poco a poco, qué tan profundo ambos han descendido en un mundo donde todo está conectado: periodismo, fútbol, casas de apuestas, apostadores, redes de prostitución, constructores piratas, paramilitares y droga. Una serie de asesinatos marca la penosa búsqueda del amigo desaparecido. A medida que Yesid baja, peldaño a peldaño, a su propio infierno, reafirma el valor de la amistad y su trascendencia.
“Cada paso que doy es un paso adentro de mí”: esta expresión de un personaje de Los juegos del retorno bien podría resumir la esencia de este conjunto de cuentos, pues la imbricación entre el afuera y el adentro, entre lo social y lo individual, entre lo real y lo ideal, es lo que plantea el autor mediante sus relatos.
“Palabrero” es la más reciente novela del escritor colombiano Philip Potdevin. Un llamado de justicia para lo que ocurre con el pueblo wayuu en La Guajira.
Una antigua leyenda rebelde
Ya lo advertía el coronel Antonio de Arévalo por allá en 1770, que el indio Juan Jacinto, con sus travesuras y atrevimientos, había llenado de malicia toda la provincia de La Guajira. En la madrugada del 1º de mayo de 1769, más de diez años antes del levantamiento de los Comuneros, el indio wajiro Juan Jacinto, uno de los caciques del norte de La Wajira, acompañado de setecientos guerreros y doce caciques más, emprendió una cruenta rebelión contra el saqueo, la esclavitud y el sometimiento de la corona española.
1920. La raza colombiana está degenerada, dictamina la ciencia nacional. La solución es blanquearla. Isidoro Amorocho, provinciano, deforme y brillante demuestra el error y de paso descubre algo sorprendente: quién ordenó el asesinato del líder liberal Rafael Uribe Uribe. Una novela reveladora que pone fin a 100 años de impunidad y descubre el secreto mejor guardado de la historia colombiana.
Definida desde su publicación en 1995 como una obra «hermética» en su temática y neobarroca y neomanierista en su estilo, Metatrón ha ido descubriendo un nicho propio entre ciertos lectores. El hecho de que incluso hoy se siga reseñando y generando discusiones en periódicos y Ferias de Libros habla de su vigencia. Quizás, al decir de críticos como Raymond L. Williams, hay obras que necesitan entre quince y veinte años para encontrar su lugar en el panorama de las letras de un país o de una literatura regional.
Scipino y Morgana,, son dos seres que se necesitan mutuamente, como en cualquier juego erótico. Explorar los confines de este y transgredirlos es su propósito último. En el trasfondo, la música de las esferas y la tradición de los arúspices son un eco que resuena en cada página.
Esta novela pretende hacer una reflexión sobre la existencia: la vida y la muerte, en una arriesgada alegoría de la cosmogonía con las constelaciones de Perseo (el justiciero del toro) y Tauro, que aquí se llama, y no de manera accidental, Satori. El tema es, por supuesto más zen que cualquier otra cosa; una filosofía de vida que ya no es exclusiva a Oriente;
Una beata de la colonia acude a la ayuda de su guía espiritual para denunciar el acoso que sufre de parte del cura confesor del pueblo de Usaquén. Lo que no imagina el guía espiritual es de qué manera se verá enredado en todo el asunto.
Veinte relatos que dan lugar a la manifestación erótica en su multiforme presencia: solapada, explícita, velada o sutilmente violenta cuando no cargada de un fino humor. Los relatos guardan la unidad en su temática: prohibición, deseo y transgresión se amalgaman para recrear las distintas posibilidades del relato erótico.
Con este libro de cuentos se inaugura la carrera de Potdevin como narrador, en él se reúnen, entre otros, sus tres primeros cuentos premiados en concursos distintos en el año 1992, catapultando una carrera que hasta entonces era inexistente. Dunlichity, Magister ludi y A través del lente, en ese orden, son sus primeras narraciones, producidas en seguidilla entre marzo y agosto de 1992.
La intensidad, el asombro, el vértigo del acantilado que ronda esta obra poética es testimonio de una época en que el autor se debatía entre el éxtasis y el vacío; entre el flotar como el albatros en las corrientes del acantilado y dejarse caer a su lecho rocoso. El abismo es un leitmotiv que ronda al poeta con su simbología profunda y penetrante, N Hay un especial cuidado en su construcción, en su concepción y en su unidad;
Poesía lúdica y profunda, de intensos matices míticos, místicos, estéticos y religiosos, Potdevin reconoce en Circe, transformadora de hombres, a la sábila y la caléndula, a la Lilith insaciable, y a la poseedora de todos los velos y de todos los conocimientos. Reconocido en Colombia por la crítica especializada como uno de los escritores más consistentes contemporáneos, el talento multifacético de Philip Potdevin (Cali, 1958) abarca géneros tan dispersos como la novela, el cuento y la poesía.
Aquí se da cita el desnudo goce del erotismo en toda su magnificencia, posiblemente trascendiendo cierta naiveté del amante deslumbrado, pero eso sí, buscando conjugar sus componentes principales: interdicto, deseo y transgresión, como diría Bataille en algún aparte de su famoso tratado sobre el tema.
¿Por qué el tema de los haikus? Intento esbozar una respuesta: por esa época vivía lo que podría denominar el «período oriental». Escribía mi segunda novela, Mar de la tranquilidad que está atravesada por el pensamiento zen, así como por el tema cósmico de la precesión de los equinoccios y su influencia en los seres humanos. Las constelaciones de Perseo y Tauro representaban de algún modo el combate —también puede llamarse arte— milenario entre el astado y el hombre, una tradición que se remonta a Creta.
La obra inaugural del autor, aparecida en 1994: una colección de poemas que prefigura los principales temas de su primera época llamada por los críticos como hermética, neobarroca o neomanierista. Aquí ronda el erotismo, la alquimia, la confluencia de los opuestos, el andrógino, el ángel, la música, la danza y la poesía, así como la admiración por las Antigüedad.
Príncipe de Mirandola y concordia, es el texto fundamental del Renacimiento que da pie a una explosión artística, creativa y filosófica de dos siglos de duración. Escrita en abierto desafío a los cánones medievales referentes al pecado original y la condena del Hombre, Poico rescata de la antigüedad griega, caldea, egipcia, y hebrea, al concepto del libre albedrío y hace de este, el fundamento para establecer la dignidad humana y la posibilidad de lograr el acercamiento a la Divinidad a través de la expresión artística.
“LA VIDA NO siempre es poética, pero al menos goza de su propio cadencia. La periodicidad gobierna el proceso mental del Hombre según la órbita en que giran sus pensamientos; allí las distancias no se calculan, las elipsis no se miden, las velocidades no se determinan, los tiempos no se conocen y, sin embargo, la repetición es innegable.